Macramé Básico

Bienvenidos a Macramé Básico

Mi taller en casa

Mi nombre es Yuliet Muñoz, soy la trenzadora de cuerdas detrás de Básico Macramé. Nací en Colombia donde estudié contaduría pública y Boston es mi hogar actual. Descubrí el macramé en México, en la hermosa Isla Holbox, ubicada en la Península de Yucatán. Tuve mucha suerte de vivir unos meses allí; mi profesora de macramé también vivía allí.

Basico Macrame surge de mi amor por esta técnica, trenzar cuerdas que forman piezas únicas y cotidianas se ha convertido en mi pasión. No hay sentimiento más hermoso que ver mis ideas cobrar vida a través de los nudos e hilos.

Mis manos cuidan cada detalle. Cada artículo de esta página está hecho a mano, utilizando variaciones de nudos y diferentes diseños, elaborando pacientemente cada detalle haciendo que cada producto sea único.

Cada prenda está confeccionada con algodón reciclado de textura suave y resistente. Apoyamos el consumo consciente, por eso cada artículo se elabora bajo pedido. Al producir menos, puedo concentrarme en la calidad de cada pieza que hago y asegurarme de no producir más de lo necesario.

Me encantaría compartir con todos ustedes mi trabajo y experiencia a través de este sitio web; mostrarles más sobre esta hermosa y antigua técnica utilizada para producir mis piezas hechas manualmente.

Gracias por visitar mi página web. Agradezco mucho su apoyo y amor. Espero que encuentres aquí algo especial para ti y, probablemente, ese regalo para tus seres queridos.

El mar y macramé

Es el año 2021. La vida me llevó a las playas de Holbox, una pequeña isla en la Península de Yucatán, entre las aguas del Caribe y el Golfo de México. Mi pareja y yo vivíamos en un pequeño departamento a una cuadra de la plaza principal, y a dos cuadras de la playa donde íbamos a ver el atardecer en el muelle a las seis de la tarde. Mi vecina, con quien compartíamos café y conversaciones, se dedicaba a realizar piezas ornamentales para restaurantes de la isla. Trenzó cuerdas con conchas, raíces, todo lo que encontró en la playa, regalos del mar. Durante estas conversaciones de la tarde, le ofrecí ayudarla con un proyecto mientras ella preparaba café. Entonces, progresivamente fui haciendo preguntas y llegué a mis conclusiones.

Mi aprendizaje en macramé está irremediablemente ligado al mar. Durante nuestros descansos de clases, caminábamos por la playa cuando el sol caribeño se había cansado un poco de brillar. Mi maestra habló sobre lo que vimos. El vuelo sostenido de las fragatas, de las conchas de hoy que en el futuro se convertirían en arena, de las mantarrayas. A ella le gustaban estas criaturas. Nadaron tatuados en su piel. Insistió en que su forma le inspiraba fluidez y equilibrio. Que eran criaturas que se adaptaban fácilmente a cualquier condición. Desde entonces, también tengo muy cerca a la mantarraya. Representan mi conexión entre macramé y el mar.

               

Isla Holbox, México.

Atardecer en Holbox

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